El ascenso de los sistemas totalitarios en Europa

La década del 30 estuvo condicionada por distintos aspectos:

• los resultados nefastos de la guerra en los países que intervinieron en ella, sobre todo en las naciones derrotadas como Alemania;

• las repercusiones de la crisis económica de 1929 que provocó pobreza en el mundo;

• los enfrentamientos sociales entre empresarios y obreros, ante el fortalecimiento de los sindicatos;

• la exaltación en distintos países, del sentimiento nacionalista, entendiendo por nacionalismo el conjunto de ideas que encumbran los valores, las tradiciones y el idioma, entre otras cosas, de un pueblo determinado.

¿Cómo surge el nacionalismo?

Si nos remontamos a más de mil años atrás veremos que en la llamada Edad Media europea existió un sistema económico y de gobierno llamado feudalismo.

En esa etapa Europa no tenía los países que conocemos actualmente (Alemania, Francia, Italia, etc.) sino que existían los feudos. El feudo era el conjunto de tierras del señor feudal en las que trabajaban y vivían los campesinos que producían para sí mismos y para el dueño. Los señores feudales guerreaban entre sí para conseguir más tierras y poder.

En algunos países europeos el gobierno se centralizó en manos de monarquías que fueron unificando el poder. Con la existencia de los reyes los países fueron formando sus fronteras que defendían a través de la guerra y de la diplomacia (acuerdos que lograban sus embajadores). La población de esos lugares se sentía identificada con el rey y con su religión, ya que se consideraba que la figura del rey tenía origen divino.

Siglos después, cuando la Revolución Francesa estalló en 1789, las cosas cambiaron totalmente ya que se eliminó la figura del rey como centro de la nacionalidad y los ciudadanos constituyeron repúblicas de ciudadanos con iguales derechos.

En la revolución que acabó con la monarquía en Francia podemos apreciar muchas de las ideas que hoy consideramos deseables como:

• la igualdad entre los seres humanos que pasan a ser ciudadanos,

• la existencia de derechos inviolables en todos los ciudadanos,

• la existencia de deberes,

• la idea de que los poderes del Estado deben estar divididos (Ejecutivo, Legislativo y Judicial) y no unificados en una sola persona.

Los cambios que se introdujeron en la forma de gobierno de Francia tuvieron un impacto muy grande en América ya que nuestro continente asistió, por aquellos años, a los procesos independentistas que provocaron el nacimiento de los países americanos que hoy conocemos.

Nuestros países se constituyeron como repúblicas basadas en las ideas de la Revolución

Francesa. La nación es, entonces, una construcción común y permanente que identifica a los ciudadanos que reconocen un pasado común y un presente en el que todos aportan.

Pero los sucesos revolucionarios de Francia desembocaron en el advenimientote una figuraa muy famosa que se convirtió en emperador: Napoleón Bonaparte. Este hombre organizó una enorme invasión por la cual Francia pasó a dominar gran parte del continente europeo. Estas invasiones despertaron, en los países afectados, un profundo rechazo hacia los franceses y cada país invadido resaltó su nacionalismo, es decir, sus costumbres, su historia, su idioma, su forma de vida y sus tradiciones.

Fue así que se produjeron revoluciones nacionalistas por las cuales muchos países quisieron independizarse de otros que los dominaban.

En otros lugares, como en Italia, la unificación bajo una autoridad común provocó también un auge del sentimiento nacionalista.

¿Qué es el totalitarismo?

Los países tienen diversas formas de organización; por ejemplo el nuestro tiene una forma democrático-republicana, lo que significa que:

• la ciudadanía (la población mayor de 18 años inscripta en el Registro Cívico) puede, a través del voto, elegir a los miembros del gobierno: presidente, vicepresidente, senadores, diputados, intendentes, etc. y que a su vez,

• todos los ciudadanos también pueden ser elegidos si se postulan para dichos cargos.

Esta estructura se consagra en la Constitución, la ley máxima que regula el funcionamiento del gobierno: allí aparecen los derechos y las obligaciones que poseen todos los ciudadanos uruguayos.

Uno de los principales derechos en una democracia es el de la libertad de expresión, a través del mismo es posible la existencia de diferentes opiniones que se transmiten en los medios de comunicación (TV, prensa, radio, etc.), en los partidos políticos y en las diferentes asociaciones de personas (sindicatos, clubes, asociaciones culturales, etc.).

Por el contrario, el totalitarismo es una forma de gobierno muy distinta. En un sistema de gobierno totalitario no existen varios partidos sino uno solo, el partido que detenta el gobierno; por lo tanto no existe la libre expresión. Las personas no tienen libertades y sus derechos no se encuentran garantizados en realidad. El individuo existe en función del Estado y sus intereses personales no son tenidos en cuenta.

En las décadas de 1920 y 1930 el totalitarismo tuvo diferentes versiones en Europa: fascismo en Italia, franquismo en España o nazismo en Alemania. En estos sistemas es importante la figura de un líder o caudillo que dirige al pueblo: esa función la cumplieron Franco en España. Mussolini en Italia y Hitler en Alemania.

En los tres casos fueron muy importantes los siguientes aspectos:

1) el componente nacionalista, lo cual fue especialmente evidente en Alemania;

2) la presencia de un líder, en quien una parte de la población confiaba ciegamente y

3) la existencia de los medios de comunicación del momento (en ese entonces, la radio) como instrumento para que el caudillo transmitiera sus ideas a la población.


Actividad
¿Por qué consideramos mejor la forma de gobierno democrático? Discute acerca de cómo es posible que una forma de gobierno totalitario llegue al poder.